"¡ Hazme reir !"Convocatoria Literaria.Este jueves un relato.

¡¡QUE PASE EL PRIMERO!!.

 Parecían estar de mal humor, serios, de vez en cuando una palabra más alta que la otra, a su lado unos sentados otros de pie sujetando la pared, los miraban, alguno se atrevía incluso a cuchichear, las sillas, fijadas al suelo, se extendían a ambos lados de la puerta y un reloj al fondo marcaba ya las cuatro y media.

Él llegó con paso apresurado, con una mano se aflojaba la corbata, miro al fondo del pasillo y comprobó si su reloj de pulsera marcaba la misma hora, al pasar ante ellos…

-Buenas tardes, disculpen la espera.

-Doctor… Doctor…

-Esperen un momento, ahora les atiendo.

Y atravesó raudo la puerta de su consulta cerrándola tras de sí, se tiró sobre su sillón frente a la mesa y lanzo un amplio suspiro, escuchó fuera una discusión, se levantó, no había tenido tiempo de relajarse un minuto pero dado el retraso, sería mejor empezar cuanto antes, cogió la bata de su perchero y colgó la chaqueta, entreabrió la puerta y dándole la espalda se dirigió a su mesa mientras decía “pase”.

Un hombre y una mujer entraron, el les dió las buenas tardes e invito al hombre a sentarse pues ella con gesto de enfado ya lo había hecho

-Usted dirá (dijo dirigiéndose a él con una amable sonrisa)

-Pues verá usted dotor, sangro un poco

-Me dirá usted por donde…

Ella resopló pero no dijo nada y volvió a su gesto agrio.

-Pues por…ahí… esto… al hacer de cuerpo

-¡Ah!, que sangra usted por el ano, ¿solo cuando hace de vientre?

-Sí, aunque hay veces que se me anda manchando el calzón.

-¿Le duele? ¿Le pica? ¿Tiene alguna molestia más?

-Si claro que me duele, pero hay otras veces que ni me entero, solo que cuando miro al retrete hay sangre.

-Bueno… ¿Cómo me ha dicho que se llama? (echando un vistazo de reojo a unas fichas que tenía sobre la mesa)

-Saturnino Malasiento Rojo, pa servirle.

El médico cogió la ficha de su paciente, ponía primera vez y no había nada anotado en ella, solo su nombre, edad y nº de la Seguridad Social, no había oído mal, Saturnino Malasiento y tenía 70 años

-Pues Saturnino, vamos a tener que ver eso.

-si usted lo dice dotor.

Le dijo que se quitara los pantalones y se echara en la camilla boca abajo, le ofreció su ayuda al subirse a la camilla, ella no hizo ni siquiera intención, estaba claro que estaban enfadados.

El doctor cogió los guantes, el lubricante y exploró a Saturnino…

-Bueno Saturnino ya esta hombre, ya pasó (mientras se deshacía de los guantes, los echaba en el cubo junto al lavabo y se lavaba las manos)

Volvió a su mesa, cogió la ficha de Saturnino y anotó algo en ella. Saturnino se ponía entretanto los pantalones, él levantó la vista de la ficha y ahí estaba ella mirándole circunspecta

-Bueno, señora, (dijo dirigiéndose a ella como intentando romper el gélido hielo que se había apoderado de la estancia) Saturnino necesita más fibra en su dieta para evitar el estreñimiento, que se de baños de asiento con agua templada, y después de cada baño le aplica esta pomada (destapo el tubo de una pomada antihemorroidal que lucía un hermoso capuchón que había que introducir en el ano) con cuidado al introducir la cánula…

Ya no pudo decir más, la señora se levantó furiosa de su asiento y mirando a Saturnino con desprecio (que aun se abrochaba el cinturón) le dijo al pasmado doctor

-¡Si hombre! ¡Solo faltaba eso! ¡Encima que me se ha colao!¡¡ VOY A IR YO A DARLE CREMITAS DONDE YO LE DIGA!!

El médico que no cabía en su asombro, acompañó a Saturnino hasta la puerta, lo despidió como pudo y dijo al resto de los pacientes que esperaran y que por favor guardaran su turno y entraran de uno en uno.

-Vamos a ver señora y usted ¿cómo se llama?

-Felisa Nosecuela Nadie

El doctor buscó su ficha sobre la mesa, allí estaba, la primera sobre las otras…

  

( Se trata de un hecho real...lo que demuestra que la realidad supera la ficción) 

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