Emociones, que te hacen llorar, que te hacen reír, llorar porque se te rompe al alma, llorar de alegría y emoción, reír porque…simplemente eres feliz.
Abrir el cajón de los truenos, quiero salirme por la tangente en esta convocatoria y…no seré la única me temo, le doy vueltas, pongo mi corazón sobre la mesa, me mira con ojitos burlones y… ¿ahora qué? Paso el dedo por una hendidura de aurícula izquierda a ventrículo derecho, es profunda pero no sangra, él se retrae y entorna sus ojillos, .- ¿quieres que hablemos de ello? .-
.- No, Ya no duele, son cicatrices de heridas que te rompen en pedazos pero cuando logras sobreponerte, sabes que eres más fuerte. ._¿Y ésta? Le pregunto señalando otra menos larga pero también profunda, .-Ufffff esa aún es más antigua, ha marcado nuestras vidas desde los 16 y me acompañará siempre. Las cicatrices se quedan ahí para recordarnos que somos vulnerables, que podemos rompernos fácilmente. Poso la mano sobre él y está húmedo y caliente, bombea con fuerza (por suerte) noto algunas más, una de ellas esta húmeda me miro los dedos los siento pegajosos, parecen haberse teñido con el color púrpura de la sangre.-¿estás herido? , -Sí, es por Marta, por Marta del Castillo y su familia, ayer sentí una puñalada al escuchar la sentencia, a ti te duele a mi me hiere, tú sientes rabia, yo taquicardia ante las injusticias y sangro ¡¡me enciendo!! Hay muchas cicatrices, guerras, hambruna, las que deja la pérdida de un ser querido. ¿No te has fijado que hay más de las otras?, tienen otro colorido y rezuman melaza, esa melaza hace muchas veces de bálsamo para paliar el dolor de las otras que nunca llegan a desaparecer pero dejan de doler. Mira toca aquí, es menos azulada y la humedad que rezuma es de color ámbar, ¿ves? y otra y otra y más, por suerte esas abundan, son las cosas buenas que te emocionan y de esas tienes un montón, son las que te hacen despertarte con una sonrisa, también quedarán ahí siempre.
Permanezco callada, ”ojiplática”* es verdad al observarlo veo que son muchas, muchas pequeñas señales que lo llenan todo y cada una tiene su razón de ser, entre ellas está el amor de mi vida, el nacimiento de mis dos hijos, la graduación de Laura, la llegada de mi perra a casa, el nacimiento de mi otra perra, algunos momentos especiales con mis amigos. Entre las que parecen más recientes está el Km0, Malvarrosa, la reunión familiar de Navidad, todas ellas rezuman de esa melaza dulce.
Abro los ojos, la tele esta puesta, no sé si es la película que empecé a ver…parece que no, me he quedado dormida, sobre la mesa…bueno no…sobre mi brazo, jajaja tiene una pequeña mancha de humedad el jersey, se me ha caído la baba.
Enciendo el ordenador, es miércoles, tendré que escribir el relato del jueves y…no se me ocurre nada.
* Ojiplática =séase ojos de plato
Ainnnnnssssss que con tanto programar esto para que salga a su hora se me olvidaba decir que desde el corazon teneis mas historias en "lugar de encuentro" de la mano de María José
Vaya!...me ha conmovido eso de "las cicatrices se quedan ahí para recordarnos que somos vulnerables". Me parece estupendo no recurrir, en ese caso, a innecesarias "cirugías reparadoras" del alma y el cuerpo intentando borrar aquello que, luego de marcarnos, ya termina siendo parte intrínseca de nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo!
P.d
Lo de ojiplática debería engordar el diccionario de la Real academia! jejejeje
Pues menos mal que no se te ha ocurrido nada, porque yo estaba viendo cicatrices de forma sutil en el relato, de esas cicatrices que como en el camino van dejando diferentes huellas en el corazón. Yo voy a ponerme a escribr, ya... antes de que se haga más tarde.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una exquisitez.... palabra por palabra para saborearlo y escucharlo con el corazon bien abierto.
ResponderEliminarUn recorrido por tus emociones que conmueve y un latir conjunto muchas veces.
Medea, ha vuelto con todo!!!
besos
En plan Hamlet, dulcísima Medea, tomas el corazón entre tus manos y le haces preguntas y ¿ser o no ser? corazón mío, tantas heridas y cicatrices, pero le haces cosquillas a tu corazón y se ríe.
ResponderEliminarNos vemos...siii.
Besitos de corazón.
Esas cicatrices son las que nos hacen ser más fuertes, más cosnecuentes con la vida.
ResponderEliminarBesosssssss
Precioso y redondo relato que te ha salido, desde el corazón, desde lo bueno a lo malo, un paseo y un cariño a los compis del KM 0, jopelines, cada vez que os lo veo comentar me muero de la envidia, pero eso lo solucionamos, ¿que no?, espero conocerte en el de Córdoba mi dulce Medea, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminarY no se cura ninguna, amiga. Las cicatrices se mantienen bien formaditas y siempre dolorosas. Simplemente, las dejamos de lado y tratamos de ignorarlas, pero surgen recuerdos, imágenes, sonidos, caras, olores... que iluminan una determinada huella y, a veces se hace más profunda.
ResponderEliminarUna caricia, un rayo de sol, un beso, una canción de los Tres cerditos a las siete de la mañana... esas cosas pequeñas que ponen cremita en el dolor son las mejores.
Tenemos bálsamos tu y yo para rato, eh? Somos afortunadas, amiga.
UN beso de kilo y medio.
Conversaciones con tu corazón, contándoos mutuamente escaramuzas, batallitas, batallas, momentos que dejan cicatrices y más, muchos más momentos que dejan momentos de canelita en rama, de esos que rememorarlos nos arrancan una sonrisa y nos reconcilian con la vida.
ResponderEliminarMe ha gustado tu conversación a corazón abierto,... con tu corazón.
Un abrazo.
Menos mal que no se te ocurría nada.
ResponderEliminarDesde luego tú si que has hablado desde el corazón. Es verdad que todos llevamos cicatrices en nuestro corazón, unas más grandes que dejan una huella profunda y otras más pequeñas que son más fáciles de superar.
La justicia amiga, a veces es injusta, tienes razón con lo de Marta del Castillo; pero lo legal a veces es injusto, así está el mundo.
Un abrazo
Deliciosa historia, medea. Un corazón con tantas cicatrices y heridas es, sin duda, muy valioso. Significa que ha vivido como un ser humano digno de tal nombre: sintiendo, amando, aprendiendo a superar el dolor y las decepciones, creciendo siempre y sin endurecerse nunca. Esos son los corazones que prefiero, y no esos otros que han desarrollado una corteza tan dura que nada los puede herir, pero han perdido su cualidad humana y terminan por convertirse en un billetero de piel de cocodrilo.
ResponderEliminarEs mejor tener heridas, y poder señalarlas y recordar cada una, vamos, que es infinitamente mejor ser humano que ser una piedra.
Disculpa que haya tardado un poco en venir a visitarte, estoy prácticamente terminando la primera novela de la fundación de Roma y sosteniendo a la vez muchas obligaciones laborales y familiares, así que apenas tengo la nariz fuera del agua. Espero que a tu amiga le haya gustado "Dido reina de Cartago" y, sobre todo, tengo muchísimas ganas de que puedas disponer del tiempo suficiente para leerla tú. En Dido encontrarás un corazón como el tuyo. Besos y hasta pronto.
siempre cercana en tus relatos siempre humana
ResponderEliminarToda la razón, esas cicatrices, esas señales son como las de la piel, significan vivencias , emociones, luchas, en definitiva.... vida, y el corazón no deja de significar eso... vida.
ResponderEliminarun beso!!!!
Afortunada Medea por poder contar cada una de esas cicatrices, son momentos vividos, momentos por vivir,y lo mejor de todo son esos balsamos que te sanan. Contar con ellos ayuda, consuela, acompaña.
ResponderEliminarTu relato conmueve es cercano y tan humano.
Un gtan abrazo.
Gracias les doy a tus cicatrices, pues gracias a ellas tenemos a una encantadora, dulce y cercana Medea.
ResponderEliminarTe ha salido un relato, yo diría "calentito".
Besos sistolicos
SIIII AMIGA MUY BUEN , GENIAL Y SENTIMENTAL RELATO QUE EN VERDAD ME HA EMOCIONADO, ME HA HECHO PENSAR EN MI VIDA, EN TODAS LAS EMOCIONES QUE HE SENTIDO, TODO LO QUE HE DICHO Y ME HAN HABLADO, EN TODO LO QUE HE SENTIDO EN ESTA VIDA, LO QUE HE HECHO Y LO QUE ME HA DADO...
ResponderEliminarQue maravilla ese corazón lleno de historias, de huellas, de cicatrices que a veces sirven para hacerte fuerte, y otras para aprender.
ResponderEliminarTendría que hacer un estudio profundo sobre el mío a ver que balance saco al final.
Me diste una gran idea.
Un abrazo.
Las cicatrices de la vida, algunas mas duras y otras mas livianas, no son la realidad de un corazón que late por todo lo que vive y acontece en su alrededor. Me gusta como nos lo has acercado y me alegra compartirlo contigo.
ResponderEliminarBesos
Este relato, tan íntimo, tan personal y tan brillante (brillan las cicatrices de color púrpura) deja huellas en un corazón que se hace a golpe de cincel.
ResponderEliminarBajorelieves de colores, alegrías y tristezas, todo en un instante que los sueños han humedecido en Paz.
Buenas noches, Ana.
Mi resumen: estás viva, sufres, gozas, tienes ilusiones. Me encanta como lo has contado, con esa espontaneidad característica.
ResponderEliminarBesos de corazón.
hoy me da lo mismo lo que has escrito...y, claro está, es una manera de hablar o de expresarme, por que lo que me ha interesado o por lo que me ha dado por destacar ha sido la forma de expresar este jueves, ana de las medeas...me ha encantado ese diálogo mantenido contigo misma, escritora-conversadora...¡'¡es otra manera de expresarse, pero voto a brios, que más que interesante!ª!
ResponderEliminarno siempre vamos a ser monolíticos en la expresión de una idea. y si una idea se puede expresar en forma de diálogo con uno mismo, qué, acaso no la vamos a usar? ah, además he observado una soltura más que apreciable en esta forma que has elegido para expresar el jueves de esta semana. ello conlleva fluidez. sí, de todas todas que lo conlleva. ello conlleva que la lectura se me haya hecho amena y nada pesada.
medio beso, ana de las medeas.
corazón que habla como nunca en nuestro interior para mostrarnos lo que en realidad es la vida: azar. Unas veces bueno y otra no. Tu presente, pasado y futuro del que hemos disfrutado y compartido gracias a este invento maravillosos que es internet. Me ha encantado Ana.
ResponderEliminarBesitos y gracias por participar.
¡Me encantó este raporto íntimo con tu corazón Medea!, no se rompen los corazones como dicen verdad? no se quiebran, siguen latiendo a pesar de todo, solo se llenan de cicatrices, viejas heridas que se cierran y marcas como trofeos que recuerdan lo vivido.
ResponderEliminarEmociona el tono y te deseo toda la suerte con los proyectos en marcha.
Te agradezco tambien las lindas palabras de apoyo y cariño que dejaste en mi casa. Gracias y te dejo un fuerte abrazo cariñoso
¿Cierran esas cicatrices? las mías digan lo que digan no lo hacen pero vivo con ellas.
ResponderEliminarBesotes.