Sentencias...
Pedro no ha tenido suerte, al menos hasta hoy, Pedro es gitano, ha robado dos gallinas, su madre viuda y limitada por lo que fue la polio cuando era una niña trata de sacar adelante a sus tres hijos de los cuales Pedro es el mayor. Después de la “Gran Redada” ordenada por Fernando Vl, en la que todos los gitanos fueron perseguidos, apresados y en gran parte eliminados, no habían vuelto a saber de su padre, para ellos pobres supervivientes las cosas se habían puesto difíciles y de eso hacía ya ocho años.
Pedro llevaba dos años en la cárcel, tenía la esperanza de que su madre y hermanos más pequeños estuvieran saliendo adelante, ya que desde la muerte de Fernando Vl las cosas habían cambiado y el nuevo Rey Carlos lll, hermanastro del fallecido, estaba dando oportunidades a muchos de los más desfavorecidos.La epidemia de peste en 1759 fue especialmente virulenta en España y se cobró muchas vidas, desde la cárcel de Málaga, único lugar donde no se propagó la epidemia, Pedro se preguntaba por la supervivencia de su madre y sus hermanos pero a la cárcel no llegaba nada, ninguna noticia del exterior apenas el humo de las continuas hogueras que asolaban la ciudad quemando enseres e incluso viviendas de los afectados por la peste.
En Málaga llegaba la semana Santa, esperaban que su Cristo y su Virgen bendijeran a su paso por las calles a los aún supervivientes, sus casas, sus cosechas, a sus hijos, su ganado, pero las bajas habían sido muy numerosas y las autoridades, cancelaron el paso de las procesiones, Pedro se vino abajo, era devoto de aquel Cristo al que su madre le había inculcado tanta fe y al que su madre se quedó rezando cuando a él lo apresaron. No había cometido un delito de sangre, solo se había apropiado de dos gallinas para que su familia comiera pero o eras muy rico o eras muy pobre y si eras pobre y además gitano, no tenías nada que hacer.
Andrés uno de los presos más antiguos y al cual Pedro tenía mucho respeto, les propuso ir a hablar con el alcaide y pedirle que les dejaran a ellos, a los presos, sacar el Trono para que Málaga, dada su devoción, viera un atisbo de esperanza, su petición no fue apenas escuchada, y por supuesto denegada.Andrés reúne a sus compañeros de pasillo en el patio de la prisión y les propone protestar en masa aún a sabiendas de lo que ello podía acarrearles.
La voz se corre por los pasillos de la prisión de Málaga, los presos en torno a Andrés se sublevan, Pedro se ve envuelto en aquella revuelta y a pesar del miedo que le producen las consecuencias se amotina con el resto de los presos hasta conseguir escapar de prisión. Era viernes Santo, la noche en Málaga era cálida y estrellada, a lo lejos el humo de alguna hoguera se extinguía en la noche, en la capilla del convento de San Francisco de Asís, una veintena de frailes velaban al Cristo, la comunidad del convento también se había visto diezmada por la peste. Escucharon en la noche el movimiento de cadenas que mantenían cerradas las puertas del convento, asustados apagaron las velas que velaban a Jesús Nazareno y siguieron con su letanía temiendo que se tratara de un robo dado que la extrema pobreza junto con la epidemia estaba llevando a la desesperación a muchas familias.
Las puertas de la capilla empezaron a ceder, estaban siendo embestidas por una fuerza que ellos percibieron como superior, cuando las puertas cedieron casi un centenar de presos, algunos incluso con sus tobillos encadenados, sucios, descalzos, irrumpieron dejando boquiabiertos a los frailes que no fueron capaces ni tan siquiera de balbucear, viendo además que quienes entraban allí no suponían un riesgo ni para ellos ni para su Nazareno, cuyo Trono levantaron con sumo cuidado.
Andrés dirigía aquel cotarro, Pedro lo vio arrodillarse ante el Cristo al mismo tiempo que dos gruesos lagrimones rodaron por su robusta y sucia cara. Cogieron el Trono sobre sus hombros y salieron con él a recorrer las calles de Málaga sin que nadie los detuviera, el peso se volvió liviano sobre sus desnutridos hombros, la gente empezó a salir de sus casas y se arrodillaban ante el Cristo, Pedro miraba a ambos lados de la calle, viendo como la gente se santiguaba y algunos sacaban a sus enfermos al paso del Cristo y fue aquella la procesión más larga de la Semana Santa Malagueña. Ya amaneciendo y camino del convento de San Francisco de Asís, pasaban por la calle donde había vivido Pedro, donde por última vez había visto a su madre y hermanos y…allí estaban, no sabía si le habían reconocido…hacía ya dos años... el más pequeño era ya un larguirucho chaval de 10 años ¡¡como había crecido!! Su madre sobre una muleta, se apoyaba sobre el brazo de Jasón que tenía ya 14, miro al Cristo y en silencio le dio las gracias... ellos estaban bien, temía que la peste hubiera encontrado hospedaje en su casa.
Dejaron al Cristo en la capilla, encendieron las velas y en silencio volvieron a la prisión, los alguaciles al verlos llegar llamaron al alcaide, todos, todos cansados con heridas en sus pies descalzos volvían a la prisión.
Este hecho coincidió con la desaparición de la epidemia, a partir de ese viernes no volvió a darse ni un solo caso más de peste y esto fue interpretado como un milagro que impresionó tanto al Rey Carlos lll que promulga a través de una pragmática real la liberación de un preso (que presente un comportamiento ejemplar) todos los Viernes Santo.
Pedro aun cumplió un año más de prisión pero fue liberado por Jesús Nazareno llamado también “el Rico” cuando aún le quedaban por cumplir cuatro años de cárcel.
En unos años bajo el mandato de Carlos lll cambió la situación para los gitanos otorgándoles los mismos derechos y deberes que a cualquier otro ciudadano.
Mas sentencias,inocentes y culpables en el juzgado de paz de GUS
Medea historias de mi Andalucia, aquí es el miercoles santo cuando se cuenta una historia parecida, y tras la imagen del Cristo preso, procesiona una persona que ya le queda poco para terminar su condena.El poder de la fe.
ResponderEliminarBesos andaluces.
no conocía la historia y leyenda, si la liberación de un preso cada año durante la procesión.
ResponderEliminarHoy veo en los telediarios las procesiones, deberían ponerme el vello de punta, soy creyente,
pero todo me parece un frio montaje que nada tiene que ver con aquello que motivó a esos presos, jugársela para algo tan sentido como ser costalero
Beso
Todos los gobernantes deberian ser asi de receptivos con las manifestaciones expontaneas del pueblo.
ResponderEliminarLa S. Santa hay que vivirla a pie de calle para notar su significado.
Un beso
Hasta la musica es de semana santa, bonita historia, ahora se indulta aun preso o solo es para penitencia, eso no lo tengo claro?
ResponderEliminarPrimavera
Has traído una historia que en esencia es realidad. El preso liberado.
ResponderEliminarUna aportación muy entretenida, y además con música y todo.
Un besito.
Historias sólo posibles en ese contexto de fe tan singular que es Andalucía, y por ello tan especiales y entrañables. Había odio la historia pero no sabia que el actual rey la habia ratificados. Un beso
ResponderEliminarConocía la tradición, pero no su origen y me encanta como lo has recreado, con ese Pedro tan humano y tan necesitado de ese recorrido por la ciudad y de poder ver a sus seres queridos.
ResponderEliminarUn beso.
La fé mueve montañas. Yo soy cofrade de Nuestra Señora de la Soledad y también de unos años para acá "la sole" como cariñosamente la llamamos los cofrades libera un preso.
ResponderEliminarPara un cofrade, el ver salir a su Cristo o Virgen, es lo más importante del mundo y ya si tienen el honor de sacarlo a hombros, ni te cuento.
Me ha emocionado leerte.
Un beso enorme
Conocía la historía, independientemente de que yo soy tan creyente como un pedernal de río algunas historias de fé de personas anónimas pueden conmover a más de uno aunque contra la peste pueden más los antibióticos que las imágenes de madera.
ResponderEliminarUn fuerto besote.
Un emotivo indulto ¡Qué injustas sentencias por una barra de pan, por dos gallinas! lo peor es que siguen sucediéndose en el Siglo XXI.
ResponderEliminarUn gusto.
Mariví
Muy interesante tu relato, para aprender y además me ha emocionado. Hace poco vino a nuestro instituto un gitano a hacer una charla a los niños y nos habló de esta ley, lo felicité porque aprendí muchas cosas sobre los gitanos que no sabía. Ante todo debe de haber igualdad entre las personas, para que se puedan defender como las demás.
ResponderEliminarUn abrazo
Conocía la tradición de la cofradía, pero no la historia, me ha encantado que me la muestres. !Vaya¡ me has metido en ambiente...no soy mucho de Semana Santa, pero aqui es muy fuerte la tradicción y se suele vivir con intensidad. A mi me gusta buscar los rincones donde el ambiente entre música, inciensos e imagenes, gracias a los costaleros cogen una vida especial, es mágico...
ResponderEliminarBesos
Para mi ha sido un recorrido sumamente enriquecedor e interesante el que hice a través de tu relato, por desconocer tradición y fundamento.
ResponderEliminarHe disfrutado leyendote y me voy con algo aprendido (todos los jueves aprendemos mucho de nuestros compañeros, verdad?) por ello mi cariño y agradecimiento, Medea.
pUes me has ilustrado muchisimo porque conocia de la costumbre de liberar al preso pero no sabia de donde venía y, ahora, gracias a ti tengo la historia completa. Una historia de personas que superan a la p`ropia persona. A mi la Semana santa en Málaga no me gusta mucho, esa Alameda...nonono, me gusta más ver las imagenes por nuestras callejitas y reconditos lugares.
ResponderEliminarMuy bueno, medea.
Besos
Sentencia: culpable, de ser gitano y de tener hambre.
ResponderEliminarTu relato dulce Medea, me recuerda esa tradición que conocía pero no con tanto detalle. La fe mueve pasos de Nazarenos y montañas, hay muchas clases de fe, fe en el ser humano, gitano, moro, negro, amarillo, albino,castaño. Carlos III monarca más humanista y humano, alivió a esos presos, lo menos uno cada año. Bella redacción de injusticias clamorosas, de cierto racismo, de fuerza de voluntad y de honestidad, lección dan los presos. Bsitos muchos.
Casi antes que a las mujeres... Pues no queda por hacer.
ResponderEliminarBueno, discutiría con Natàlia sobre qué significa monarca humanista pero no es lugar y hoy es viernes, jejejejeje!
Beso.
conocía esa práctica. lo que sucede es que no la ubicaba ahora en la ciudad e málaga. mas de lo que no tenía ni idea era de la historia, de los sucesos que acaecieron para que se diera inicio esta práctica de liberación de un preso...
ResponderEliminares curioso, la anterior compañera en cuanto a comentarios es verónica..debía de haber sido ella la encargada de hacer este relato..jajajaj. lo digo por que a ello nos tiene acostumbrados, medea...
aún me queda una duda:¿por qué conoces tú esta historia? ¿cuál es tu vinculación con málaga?
besos, medea la posible malagueña de origen.
Me conmovió mucho tu historia medea, y la musicalización me puso ciertamente en clima.
ResponderEliminarSiempre me apretujaron el corazón esas historias que hablan de la injusticia para corregir los delitos famelicos, y de la reivindicación ejemplar que tienen sus personajes. Como la de Jean Valjan que le imponen semejante castigo por robarse una hogaza de pan.
No conocía ni la historia ni su origen, y la verdad es que toda esa pompa de las procesiones de sus ciudades, toda la jerga que le es propia, para nosotros es muy ajena. Pero siempre me produce curiosidad y tambien me conmueve, cuando se ve por tv. Así que gracias por este viaje enriquecedor en imagenes, sentimientos y personajes entrañables. Besos