No queda nada, una última mirada, a la nada, a la luz que lo fue, al silencio que dejamos, fue el final y quedamos unos cuantos en silencio, pensando en la silenciosa cola lo que pudo ser. Él dice que no queda nada, hace frío, una última mirada a lo que hemos conocido como nuestro mundo, no sabemos qué es lo que queda ahí fuera, aire sin oxigeno, irrespirable, luz, no sé si de sol o de luna pero el caso es que hay luz. Espero paciente para impregnarme de esa última mirada, llevamos mucho tiempo a oscuras, luego me dejaré caer al abismo. La mujer se sumó a la cola, no es necesario mantener el orden, dejó su silla abandonada en la esquina de lo que durante mucho tiempo fue su puesto de trabajo, ya no hay ni jefes ni mandatarios, todos hemos iniciado el camino sin retorno, hemos emprendido el viaje por la escalera solo de subida. Como siempre se ha dicho, el capitán es el último en abandonar el barco, él aún está dentro, en la sala, será el último, antes hará una hoguera con todo lo terrenal, dice que “la mortaja no tiene bolsillos” y que allí donde vamos no nos será necesario nada material, antes lo pusimos todo a su nombre, pagarés, propiedades, cuentas bancarias, él hará el sacrificio del ofrecimiento como nuestro guía en todo este tiempo. Hasta el final de la escalera solo nuestro libro de oraciones, alguno una pequeña mochila si acaso con algunos recuerdos, alguna prenda o fotografía de los que no quisieron seguirnos aun amándonos, ¿¿Qué habrá sido de ellos??. Aquí el huerto que trabajamos durante todo este tiempo ya no nos abastece desde hace semanas, estamos alejados en esta montaña que parece el cielo del mundo, cuando pudimos vivir en el exterior siempre había niebla, este lado del bunker nunca hasta hoy lo visitamos. Ya queda poco tiempo, Silke me ha pedido que parta tras ella, de ese modo cuando ella esté arriba, en el caso de que el miedo le atenace, yo subiré a ayudarla, se lo debo, ella me arrastró para venir aquí a esperar el final, rodeados de espiritualidad.
De los que allí estaban nadie sabía que Gurú Aley ya se encontraba a muchos kilómetros de allí, en un porche Cayenne y que lo que ardía en la sala, eran las alfombras de su oratorio.
Encontrareis mas Matices en la vida
Encontrareis mas Matices en la vida
un testimonio angustioso de una situación kafkiana .
ResponderEliminarBarres minuciosamente la escena, nada se escapa a tu fuego en la mirada. Sigue la luz...sigue la luz, como las mariposas que en las noches se suicidan en la candente luz en la que se inmolan.
Me ha gustado mucho, tu texto, aunque...eso no es ninguna novedad en tus escritos, siempre me sorprendes. Un beso
Medea, me has llevado de la mano hacia lo místico, lo zen... a directamente el sectarismo en estado puro, pero si, creo que a veces hay personas dispuestas a creer en lo que falsos buhoneros, y siempre de por medio está el dinero...
ResponderEliminarMuy bueno
Besos!!
Uffff, pequeños apocalipsis más frecuentes de lo que sería deseable, Una visión de la esperanza de los desesperanzados oyendo cantos de sirena espirituales.
ResponderEliminarUn beso !!!
Seguro que el Guru se calentó bien las manos con la hoguera hecha de alfombra, por que el dinero lo tendría bien guardado ¿no? haced lo que yo diga pero jamás lo que yo haga.
ResponderEliminarMe dan miedo estos dejarse llevar.
Un abrazo.
Hola Medea:
ResponderEliminarPor algun instante me transporté a una lejana mala experiencia en los albores del 2009, cuando, deshecha por dentro, asumía que debía subir los escalones salir, asi sea para caer al vacío. No caí. Pero el recuerdo, como una cicatriz, ahi queda.
Excelente la musicalización
Abrazos y café
Wendy
¿Anonymous? (me refiero al Guru..)
ResponderEliminarUn final apocalípico que hace mucho tiempo, desde que se inventaron las guerras... o antes, ¿desde que Caín mató a Abel?
No lo sé, cariño mío, pero lo que sí haces es reafirmar mi teoría "Anti-refugios nucleares" Salir "después de" ¿Dónde?
¿Para qué?
Bueno, que con tu pluma magistral, a la que vuelvo encantada a leer, has descrito algo que espero no suceda jamás.
Besitos, princesa.
Pues es una versión muy especial de lo que estamos viviendo hoy día, siguiendo la dirección que nos marcan queramos o no.
ResponderEliminarNo hace falta ser sectario cuando sólo se te ofrece un camino... O LO TOMAS O LO DEJAS ... ESO ES LO QUE HAY... demasiado escucho esas palabras desde hace una década.
Muy buena, bravo.
Un besito, compi.
La música estupenda, acorde a la apocalisis que nos presentas. Ese Grurú era un sectario, vamos de secta del fin del mundo que él preciìta, desafortunadamente la alfombra no era voladora, para escapar...
ResponderEliminarUn entrada interesante :)
Un beso.
mientras leía, anotaba en mi cuaderno. lo último que he anotado ha sido: MUY BUENA CONSTRUCCIÓN. te lo he dicho últimamente, ana, :ESTÁS , DESDE MI PUNTO DE VISTA, MEJORANDO EN LOS RELATOS A PASOS AGIGANTADOS...
ResponderEliminaren mis notas, mientras te iba leyendo, apuntaba la palabra INDECISIÓN, concepto que esgrimes...también apuntaba la palabra HUIDA ...concepto que también haces aparecer...Y entre interrogantes la palabra SECTA???..y sí..ahí estaba luego la secta del fin del mundo. con lo cual la indecisión y la huida antes esbozadas o dichas,mejor dicho, acaban acomodándose a lo que es una secta en la que sus miebros han decidido hacer el último viaje...ello me lleva a decir de nuevo que ...muy buena construcción...
MEDIO BESO, MEDEA.
Un relato angustioso, da para mucho una fotografía como ésta. La gran ventana como símbolo de una secta en la que siempre hay listos que saben aprovecharse de la inocencia y fe de la gente.
ResponderEliminarBuena historia
Un abrazo
La necesidad de escapar, de creer en algo que no lleve a un final luminoso. Cuánta gente ha sido engañada y llevada hasta el extremo por medio de estas sectas y creencias.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este relato, pero me deja un sabor de tristeza, porque sé que es más real esto que ficticio.
Un abrazo.
Es la ilusión de trascendencia, la esperanza de otra vida en un extraño limbo tras la muerte, el anhelo de ser inmortales, lo que hace que seamos fácilmente maleables, plastilina diría yo, en manos de gurus apocalípticos. Esa maleabilidad llega también a ámbitos mucho más domésticos y somos juguete en manos de aquellos que saben mover nuestros hilos de marioneta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Derechitos a la luz. La oscuridad queda en segundo plano. El final de la escalera nos llevará a otro sitio diferente como dices, nos tiraremos al abismo, esperando despertar .
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Medea,desgraciadamente la maldad de algunos, lleva a otr@s más débiles a seguir la fila, sectarios de un mundo en el que pensar no esta de moda, arrastrad@s por personajillos que en su propio beneficio son capaces de pisar almas y corazones, aunque la sangre resbale por sus manos, su conciencia nunca se mancha, porque carecen de ella, me encanto leerte...Besos mágicos...Lucia.
ResponderEliminarUn viaje al fin del mundo. El suyo, con reparos, incertidumbres y finalmente decisión compartida.
ResponderEliminarBuena e ingeniosa recreación de una imagen, que parece que da para mucho, pero que te lleva inevitablemente a huir hacia lo desconocido... o a escapar de lo conocido.
Besos
Hola, Medea.
ResponderEliminarMe da una especie de repelús leer eso de que todos hemos emprendido un camino sin retorno. Y es cierto. Lo es. También me agobia el que no haya nadie que regrese de esa visión...
Es curioso lo que da de si el observar una misma imagen distintas personas.
Un abrazo.
Maat
Me ha parecido esta una visión genial Medea!!, es un relato opresivo, excelentemente llevado de una situación apocaliptica, la sensación angustiosa de lo irremediable se palpa.
ResponderEliminar¿que hace que muchos esten dispuesto a dar ese paso hacia la nada solo sostenidos por su fe?
Te mando un fuerte abrazo y felicitaciones
guaaauuu !!!
ResponderEliminarque relato me ha encantado y dejado una sensación extraña de fin de mundo...
De esa cola que conduce a la ventana no hay quien escape, ligero el equipaje, ni el gurú de las alfombrillas escapa en su cochazo al vacio que ayudó a crear.
ResponderEliminarUUUUU Medea, estoy griposa y tu sensacional relato me ha despertado de golpe para sumirme en una reflexión profunda.
Muy bueno amiga adivina, !hasta pronto!
Caminar hacia la nada sin que se note el miedo, pintar valentía de futuro incierto en las paredes de ese bunker...que no es mas que el interior de cada uno de los que forman la cola. Triste, agónica luz.
ResponderEliminarUn beso
era necesario situar todo eso en un bunker...claro que sí... hizo angustioso todo el relato... claro, perfecto. me encantó :D un beso amiga!
ResponderEliminaramiga!!! querida rubia del norte!!! vengo tarde a visitarte: la vida cotidiana, simple, sencilla, que nos devora, y qué mejor que eso no? porque de otro modo nos veríamos arrastrados a vivir como en este cuadro, de una manera inquietante, dramática, en fin.. no sería lo mejor, verdad?
ResponderEliminarSí que estás escribiendo cada vez mejor y por eso te felicito y te volveré a leer con agrado este jueves. Creo que será un poco más alentador el tema, ESPEREMOS, jajaj
BESOS Y ABRAZOS MIL TODOS DE COLOR CELESTE!!!
Madre mía! Es cierto, leyéndote te creo, es verdad!
ResponderEliminarPrimero veía una visión apocalíptica de mundo destruído, luego se aclara que es por uno de esos gurús de los ...
Enfoque muy bueno, muy original.
Besos y ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Queridos todos, que de uno en uno no puedo, diría que vuestros comentarios buenos o malos críticos o no, son siempre un regalo. El que os paréis en mi casa es siempre un regalo, la ilusión de cada día "¡¡Tengo dos comentarios más!!" Sois quizás demasiado benevolentes conmigo y mis escritos pero os agradezco principalmente el cariño que me demostráis siempre.
ResponderEliminarEn el caso de que fuera cierto (como algunos me decís) que escriba mejor ahora que cuando empecé, se debe solo y exclusivamente a lo que de cada uno de vosotros puedo aprender. Un beso y todo mi cariño.
Excelente post, un saludo.
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