Cecilia apoyada sobre su antebrazo dormitaba, un pitido agudo la hizo despertar sobresaltada, los monitores hacían su “bipbip” habitual. En la UVI, solo tenían a una mujer recuperándose de una cirugía y a “cariño” así lo llamaba, “A ver cariño, no te voy a hacer daño” cariño se había despertado, se mostraba agitado, había ingresado inconsciente a media noche, el intensivista le había puesto tratamiento, lo habían despojado de aquellas ropas sucias y mojadas, ¿Cómo te llamas cariño? Casi en un susurro, “Sebas, Sebastián”…”Sebas es mi amigo”, el electro mostraba un corazón que pronto dejaría de latir…
Mas historias de estos personajes en la casa de GUS
El mejor amigo ese perro llamado ¨Sebas, fiel hasta el final, lamió la cara de la que supo que era la que daba el cariño que necesitaba en esos momentos a su compañero. Una forma de dar las gracias.
ResponderEliminarMedea precioso relato.
Un abrazo.
Cariñoooo, ese pueblo de Galicia donde también vivo...Cariños Sebas, cariño Cecilia, y ese perrillo sombra de la vida, fiel, hasta la muerte. Bellisimo Medea de mi alma.
ResponderEliminarLo que dan 125 palabras.
Tenemos problemas en Blogger, no puedo entrar en varios...
Cariño que nos une a través del éter y por encima de cualquier aparato.
Te contesto correo.
Feliz primer aniversario bloguero!!! feliz estoy por conocerte, aquí y donde sea, en persona energia pura, amiga, un besitoooooo directo.
Que barbaridad, me he parado a contar las palabras y son justo 125 que han dado para un relato precioso.
ResponderEliminarMe gusto, por sencillo, breve, tierno e interesante. Te felicito y dejo un enorme abrazo.
Sebastián estaba afuera esperando a su amigo, como corresponde, nada ni nadie mas fiel que un perro.
ResponderEliminarHermoso relato, triste y cotidiano también; he escuchado un par de historias parecidas a esta alguna vez.
un abrazo
Una historia muy emotiva que resulta muy real, dado lo comprobable de la fidelidad de los animales!
ResponderEliminarUn abrazo!
Soy Neogeminis
Dicen los eruditos, que para todo los hay, que cuando se está a la puerta de la muerte, el último pensamiento o palabra está dirigida a quién se ama o amado...espero que no me ocurra a mi iguál, sería ya la repera...un besote,un buen escrito.
ResponderEliminarPd: Me has hecho recordar una peli de Richard Gere...Siempre a tu lado (Hachico) si no las has visto, te la recomiendo...se me soltaron las lágrimas como nunca...Fibo
Una historia muy tierna, tan tierna como ese lametón del perro, cariñoso e impotente ante el futuro.
ResponderEliminarMuchos besos, amiga.
Eso de "cariño" me suena.
ResponderEliminarSiempre he sido uno de los muchos "cariños" de las enfermeras que me han cuidado.
Sintetizar el cuento está bien, agudiza el ingenio, aunque el resultado pueda parecer un poco más abstracto.
Buen relato con final de colores.
Besos
Pobre animal. Imagina que ahí se queda esperando y nadie va a buscarle.
ResponderEliminarMe gustó lo de las 125 palabras, en un pis pás leemos a todos los jueveros!!!! jajajajaj!
Besito, Medea.
Creo que hemos coincidido en el fondo las dos con nuestros micros y por qué habremos escogido perros...jajajajja
ResponderEliminarEstupendo preciosa y qué bien la manera de retratar lo que habitualmente vivimos.
Besos amiga
Derá también ese espacio abierto en contraste con el otro más cargante de UVI.
ResponderEliminarDebía de ser además muy maho aquel perrillo.
Tésalo
Sería también ese espacio más abierto de una calle en contraste con el otro más cargado de uni UVI, el motivo de darse de un modo tan desenfadado..
ResponderEliminarDebía de ser además muy majo aquel perrillo. ¡Sebastián, ojalá salgas de ésta!
Tésalo
Ternura y belleza, para describir la tristeza y la fidelidad... y todo en 125 palabras, a eso le llamo esencia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Medea
Nada como la lealtad de un perro (lo extiendo a otras muchas mascotas), fiel hasta el final sin importar el momento o condicion. Bien podríamos aprender de ellos.
ResponderEliminarMucho contenido escondido en esas 125 palabras
Besosssssssss
Y Cecilia cuido de Sebas, pues este mundo es una cadena interminable, en la cual todos los seres vivos tenemos que cuidarnos, y en cualquier momento podemos encontrar a un amigo/a que cuidar
ResponderEliminarMedea hija, que fuerte, los perritos son mi punto flaco y estoy llorando a moco tendido
Durante 7 años, Ziru cuido a Cecilia, me quiso como nadie podrá quererme jamás; yo a el lo adore, lo adorare mientras viva.
Besos nostálgicos
Dura tarea, duro momento. Consuelo espontáneo,sincero y recíproco.
ResponderEliminarun fuerte abrazo y ánimo en las tareas varias que te ocupan y te entretienen!!
Estas historias siempre me afectan, pues siempre hay quien necesita de otro ser para seguir adelante y Sebas, lo necesita... otras, son ellos los que ayudan a seguir adelante a muchas personas.
ResponderEliminarBesos
Trasmites sensibilidad al escribir el relato,compasion por el projimo y lo que le toca vivir.
ResponderEliminarGracias Medea
cariñitos
Es esta tu historia Medea, una obra completa, emotiva. Contada en tono de emoción, y sin necesidad de muchos párrafos,..ya ves que bien lo hiciste en tan pocas palabras! Una delicia!
ResponderEliminarTe felicito Medea
Ceci
¡Precioso! un relato lleno de amor, de entrega, de amistad, de ternura...La esencia ... Una delícia... Gracias, cariño.
ResponderEliminarUn besito
Me ha impresionado. Te felicito por cómo has sabido contar esta historia de amor y amistad. Breve y emotiva.
ResponderEliminarMe encanta, de verdad.
Un abrazo.
geniaaaaaa que eres una geniaaaaa muuuakkkkss ( ves?
ResponderEliminarGracias por el chiste... los lunes vienen bien. Un besito
ResponderEliminarimpresionante post,gracias
ResponderEliminarAprovecho para agradeceros atodos vuestros siempre amables comentarios, sois la sal de la tierra en mi vida, me aportáis tanto como no os podéis imaginar, No puedo daros las gracias uno a uno como quisiera. Dispongo de unos minutos de ordenador prestado y tengo la esperanza de que en pocos días estará resuelto. Un gran beso, cálido, beso de amiga que os quiere. Medea.
ResponderEliminarNo esta mal
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