miércoles, 9 de enero de 2013

En honor a nuestros mayores
Este jueves un relato



Hace mucho que está en mi vida, antes de que yo viera la luz, antes de que respirara por primera vez, cuando era solo un deseo, ya estaba yo en su vida, ya me había soñado, y hoy sigue ahí, atenta a cualquier cosa que pasa, atenta incluso a un pequeño resfriado a través de ese cordón umbilical que es el teléfono.
Cualquier excusa vale para echar mano de ese cordón umbilical y escucharme al otro lado, contarme lo que le ha pasado a fulanita la hija del hijo de no se quien, de quien por supuesto ni me acuerdo, o bien contarme lo bueno que esta el último pimiento enlatado que ha sacado Mercadona. El tiempo pasa y no en vano. Para ella. Para mi. Para todos. Hoy le duele la cadera o simplemente se siente sola.
En ocasiones consigue desesperarme....Me miro en el espejo ¿como seré yo de aquí a unos años?

Con esto viene a mi memoria una carta que hace algún tiempo encontré en facebook y ahora he vuelto a ver recientemente y aquí os adjunto.


Carta de una madre a su hija:

Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido... por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme. Si cuando hablamos, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor. Y recordar los tiempos en que eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida. Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña. Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada. Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente, vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida. El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme. Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante. Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos. Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré. Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija ♥.♥



Creo que en casa del apostata ofrecen un té o un descafeinado con sacarina para los mas mayores

25 comentarios:

  1. Preciosa la carta, y una verdad como un pino. Nos falta a veces un poco de empatia con nuestros padres, no nos acordamos cuando erámos pequeños y la paciencia que ellos tuvieron.
    Un abrazo

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  2. Hola, Medea.

    Me he alegrado mucho de verte por aqui de nuevo. ¡Han pasado tantos días...!

    Me ha encantado leerte. Has tenido una buena idea adjuntando esa carta. Hay que leerla y releerla. No tiene desperdicio. Sobre todo, si se es una madre "madurita" como yo, que cualquier día empiezo a hacer trastadas de esas. ¡Poldios!

    Un enorme abrazo.

    Lupe

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  3. Uhmmmm, creo reconocer las lineas de tu texto y creo ver el cariño en ellas. La carta la conocía pero no por ello deja ser bueno recordarla de vez en cuando, son cosas que no deben olvidarse
    Besosssss

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  4. El puto tiempo y las prisas hacen que a los mayores seles acose en sus lentas conversaciones y en sus torpes pasos.
    Magnífico relato y la carta me parece de manual, gracias por compartirla.

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  5. Linda manera de evocar el cariño que nos ata -una tras otra- alas generaciones. Debemos ir aprendiendo a crecer, cada quien en la etapa que le toque, que de eso se trata la vida: ir superando dificultades, acumulando experiencias y dejando huellas para los que vienen detrás.
    Conocía la carta que nos traes. Muy emotiva.

    un abrazo

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  6. Medea que gusto leerte y que razón tiene esa carta final. Está muy bien enlazada al comienzo. Un abrazo, ese pedido de paciencia ante los "inconvenientes" naturales de envejecer es muy fuerte e impactante. Muchos se ha perdido de respetar a los mayores. No sé que pasó?

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  7. Ayyyy Medea qué alegría leerte y tenerte de nuevo, ayyyy no nos falles, pero a tu ritmo cielo.

    Lo de hacerse mayor se aprende por fuerza, digo yo, es un espejo que refleja el rostro de la madre de la abuela, se aprende todo en la vida, aunque se tropiece, aunque nos falle el pulso. Bien dice la madre a la hija en la carta, complicidad amorosa, paciencia y ternura, cariños muchos.
    Tendrá la vejez otros alicientes, tendrá calma y tiempo, ganas de vivir cada cual a sus posibilidades,aceptarse, dejar que vivan su vida a su manera, tendrá recuerdos, tendrá...casi ya tiene.
    Un besazo asins de grande y asins de dulce.

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  8. Será que tenia ganas de leerte, me gustó mucho la introducción. Lo del teléfono como cordón umbilical, buenisimo para quienes hemos ido a vivir lejos de nuestra madre. Igual de bueno esos temas de conversacion.
    Un beso. Me alegro muchísimo de verte de nuevo por aquí.

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  9. Que bueno que Medea venga a compartir el jueves con nosotros . La introducción nos acerca al sentir de una hija hacia el amor de su madre y luego esa carta tan real como la vida misma. Si los padres se llenaron de paciencia para sacar adelante a los pequeños, estos pequeños que ya son adultos, han de llenarse para las "cositas" de lo mayores. La vida es una rueda y todos rodamos de una forma u otra.
    Un abrazo.
    (feliz de leerte)

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  10. Sí, hay que ser pacientes, tiernos y muletas como siempre lo fueron ellos con nosotros.
    Saludos!
    Pd. Vaya mar embravecido éste por el que navega tu barco :)

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  11. Hola Medea, ¡qué alegría verte por estos andurriales!. A veces es difícil, pero claro que sí, que tenemos que ser pacientes con ellos. Es lo menos que se merecen después de una vida dedicada por completo a nosotros, sus hijos.
    Un fuerte abrazo.

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  12. Te leo y todo me es tan familiar, y mira que les damos trabajo. Es curioso ella me pone falta cuando no la llamo, se extraña porque soy muy pesadaaa. Espero poder corresponderla con mucho más de lo que me ha ofrecido incondicionalmente el día que yo le haga falta, aunque se que es mucho... me quedaré con la carta.
    Me alegra volver a esta tu casa a leerte de nuevo. :)
    Besos

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  13. Cuanto cariño nos regalan cuando lo necesitamos, y cuantas veces les fallamos, por estar en otras cosas. Dicen que quien mira a su madre anciana, mira a traves del espejo de su futuro.La carta la lei hace mucho, pero su contenido sigue siendo un canto al amor incondicional, e igual de actual que entonces
    Besos y gracias por tu agradable visita, querida Medea !!!

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  14. Me hiciste emocionar con tu texto, a veces me siento igual que vos. Pero no sé que haría si me faltara mi madre.
    La carta es maravillosa, tan cierta cada palabra que cualquiera que la lea creo que se vuelve más comprensivo.
    Un abrazo enorme.

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  15. ¡Me alegro mucho de volver a verte por aquí! Me ha gustado mucho la carta. Creo que todos deberíamos de tener más paciencia con nuestros mayores y tratar de entenderlos mejor, además, si Dios quiere, nosotros también seremos un día mayores... Un beso.

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  16. acabo de decidir que ya soy mayor. acabo de decidir que ya tengo trescientos años. pero también acabo de decidir que estoy mentalmente como una cabra y que mi físico es el d ahora, el de mis 50...joderse, 50 ya?...na, acabo de decidir que sigo teniendo esos 300 y que te iré a visitar con cachaba y bastón, uno en cada mano y que bailaremos un chotis o un agarrao, por que con esos 300 no pretenderás que baile un tango de los de la tele...acabo de decidir que...
    un beso entero...
    perdón, OTRO MÁS.

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  17. Si Ana, son nuestro presente más reflexivo, nos cuidan con el corazón y aguantan sin asumir nunca el papel de "cuidadas"
    Esas son nuestras madres, esos son nuestros mayores.
    Un beso de reencuentro y otro por el relato.
    Alfredo

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  18. Hola Ana!
    Me has recordado las conversaciones que mantengo con mi madre todas las tardes, porque las necesitamos las dos, la verdad...
    La carta ya la conocía, pero es buenísima.
    Muchos besos y hasta pronto!!

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  19. Yo tambien guardo esa carta y tengo la experiencia de los 94 de mi madre que aun conserva su lucidez mental aunque hay dias que desearia que ese cordon umbilical midiera unos cuantos metros porque que es agotador siquicamente, pero no me dejare vencer y seguire cuidandola con todo mi amor. Lo malo sera si yo tendre a alguien que me cuide asi.
    Un besazo

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  20. Bienvenida querida amiga de nuevo a los jueves. Ya había leído la carta, pero me emociona siempre. Ojalá fuésemos capaces de decir eso, señal de que seríamos libres. A veces nos atenaza tanto que nos abandonen que callamos...
    Un besazo guapa

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  21. Esa relación madre-hija... ese mirarse y entenderse y ese también tener que escribir una carta que la otra tiene que leer, porque también hacen falta las palabras...

    Es precioso verte volver, con estas emociones a flor de piel.

    un beso de una rubiaceleste que te quiere mucho.

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  22. La carta que nos dejas está llena de verdades. Creo que a veces perdemos la paciencia con nuestros mayores, cuando ellos tuvieron con nosotros una paciencia infinita para sacarnos hacia adelante. Es para reflexionar sobre el tema.

    Gracias por tu visita a mi casa y se bienvenida.

    Bss.

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  23. Me hiciste emocionar
    Tu blog maravilloso
    Gracias por haberte encontrado

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  24. Queridos amigos, de verdad queridos amigos.
    Ahora,domingo por la noche,vuelvo a abrir el blog a ver si..."hay tema o no hay tema"jeje. Esta semana no he podido participar ni leeros precisamente debido al tema que nos ha ocupado "Nuestros mayores", ahora más desocupada y satisfecha de haber atendido a mi madre con cariño y mimos esta semana vuelvo al "quite"antes de que se me pase otro jueves y uno tras otro ir formando una cadena en el tiempo que luego cuesta recuperar.
    Solamente daros las gracias por vuestros amables comentarios que superan con mucho mis expectativas. Muchas gracias a todos por pasar por aquí y dejarme vuestro cariño inoxidable con el tiempo.Un beso a todos

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