Oblivion-Astor Piazzolla
Tuve un sueño…
Allí estaba él, como si nada, como si el tiempo no hubiera pasado, su pelo seguía siendo negro intenso, como si el tiempo no hubiera pasado por él, su tez como siempre bronceada por el sol, ¡¡ se había ausentado tanto tiempo de sus vidas…!! Ella le recriminaba su ausencia, le decía que no le parecía justo tanto tiempo sin dar señales de vida, le preguntaba donde había estado estos años, él la miraba sin responder y le acariciaba el pelo que pintaba casi de blanco por el paso del tiempo. Casi se puso blanco de golpe cuando él se fue. Sus hijos los miraban ensimismados mientras en el interminable abrazo, ella dejaba brotar lágrimas azules de sus intensos y pequeños azules ojos. Entre hipidos le decía insistentemente “¿por qué me has hecho esto?, ¿por qué? pero no esperaba respuesta. Los chicos esperaban su turno, los cinco a la vez se abrazaron a él, ellos no hacían preguntas, ellos no querían respuestas, habían pasado al menos diez años, y ellos seguían siendo niños ansiosos de aquella caricia, volvían a volar las caricias sobre sus cabezas, las caricias de aquellas manos perfectas, masculinas, de largos dedos y uñas impecables.
La mayor de todos se abrazó a él, inspiró fuerte sobre su cuello queriendo embriagarse de su olor, aquel olor que le había acompañado sus primeros años, aquel olor que le había aportado tanta seguridad cuando caminaba hacia él dando sus primeros pasos, cuando él la esperaba agachado con los brazos abiertos.
Tenía preguntas, reproches, pero quizás más adelante, ahora había vuelto y no era cuestión de estropear ese momento. Quizás…el temor de que volviera a desaparecer le hizo desterrarlos.
Cogió la mano de su padre, la asió con fuerza hasta arrastrarlo escaleras abajo hasta la calle, estaban allí sus amigos y con júbilo les decía ¡¡Es mi padre, ha vuelto!! ¡¡Es mi padre!! Tras ella, sus cuatro hermanos enredando, jugueteando sin ser conscientes de la importancia y trascendencia que tenía aquel acontecimiento en sus vidas.
Luego de alguna manera…se vieron solos, papá,¡¡ te has perdido tantas cosas…!! ya no era una niña, era una mujer adulta, con una vida de adulta marcada por su ausencia, tenía tantas ganas de contarle, de decirle que maduró de golpe cuando él se fue, que dejó de ser esa cabeza loca e insensata que le daba tantos quebraderos de cabeza…quería que se sintiera orgulloso de ella, quería mostrarle todo de golpe, su marido, su casa, sus hijos, quería que conociera a sus perros, siempre le habían gustado los niños, los perros…
Los primeros rayos de la mañana, atravesaban la persiana rompiendo la noche. Apreté los ojos no quería despertar, lo había vuelto a ver después de muchos años, lo había olido siiii, recordaba su olor, había vuelto a escuchar su voz, necesitaba más tiempo…la mañana peleó por sacarme de aquel sueño en el cual había vuelto a estar con mi padre. Luché por volver a dormirme…pero ya no fue posible.
Un sabor agridulce se había depositado en mí paladar, trataba de recordar el sueño que se me hacía jirones desdibujando dulces momentos.
Un café y una sola realidad, él se había ido hacía ya muchos años tras una larga enfermedad y un duro final y solo en sueños volvería a encontrarlo.
Seguir soñando en casa de Pepe..donde.los sueños, sueños son.